La polémica surgida alrededor de The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro -truño para unos, emocionante para otros- nos sugiere este repaso a la filmografía deSpidey en busca de su mejor versión cinematográfica. Ya se habla de la tercera ycuarta parte, pero lo cierto es que la saga está en vías de aburrir hasta a los devotos más fieles de Peter Parker. ¿Cúal es vuestro Spider-Man favorito?
Three Mighty Men (1973)
El cine turco se especializó, en los años 60 y 70, en la producción de exploits que tomaban prestados sin escrúpulos personajes y sagas del cine popular estadounidense. Así nos encontramos con un Star Wars turco, un Superman turco y, cómo no, un Spidey turco (Teyfik Sen) que calza unas infames mallas verdes y, para colmo, es el malote de la función. La jugada la redondean dos casposas versiones del Capi y El Santo.
The Amazing Spider-Man (1977)
Nicholas Hammond fue el protagonista de una recordada serie de televisión (1977-1979) de la que se derivaron dos tv movies a cual más horrenda. La primera, en realidad una suerte de episodio piloto, cuenta la metamorfosis de Peter Parker en Spider-Man y su primer cara a cara con un ladrón de bancos que causa el terror en Nueva York. Vale, no había CGI en esa época, pero es más lamentable la carencia de ideas.
Spiderman: El desafío del dragón (1979)
Bajo este título, y en un claro intento de exprimir la serie antes mencionada, la cadena CBS editó dos capítulos en forma de tv movie que hoy día nos causan desprendimientos de retina. El desafío del dragón y Spiderman ataca de nuevo siguen los pasos de un Spidey (otra vez Hammond) que debe pararles los pies a unos matarifes chinos. Las luchas cuerpo a cuerpo no son a cámara lenta, ¡es que los tipos son así de cutres!
Spider-Man 3 (2007)
Quizá harto, acaso por la falta de ideas o simplemente porque no tuvo el día, lo cierto es que Sam Raimi echó el cierre a su trilogía con la más floja de las entregas. Hasta siete personas metieron mano en un guion que nunca acaba de carburar. Tobey Maguireresulta cómica poniendo mohínes de malvado cuando Venom le posee, el Lagarto está totalmente desaprovechado y el Hombre de Arena parece un hermano tonto de la Momia. Se lleva la palma la escena en la que Spidey va de malote por las calles de Nueva York. Sin comentarios.
The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro (2014)
La reciente secuela de la nueva saga muestra claramente que la franquicia comienza a estar más que exprimida. ¿La prueba? La innecesaria acumulación de malos y la sensación constante de que ya hemos visto esas escenas en otras películas de superhéroes. La composición de Jaime Foxx como Electro no tiene nombre -bueno sí, toma el dinero y corre- y uno se pregunta qué se le pasaría por la cabeza a Paul Giamatti para aceptar esa broma de papel. Hay previstas tercera y cuarta parte, así que la tortura puede ser fina.
The Amazing Spiderman (2012)
El reboot de la saga a cargo de Marc Webb y protagonizado por Andrew Garfield es un más de lo mismo lastrado por el recuerdo de Raimi. No se trata de comparar; se trata de que esta película y la primera de Raimi cuentan exactamente lo mismo. También pesa el hecho de que Webb no es un autor con universo propio, ni tampoco un tipo especialmente dotado para rodar acción, sino más bien un director intimista que se encuentra a gusto retratando la relación entre el Trepamuros y Gwen. Vamos, que nos larga una derivada de 500 días juntos.
Spider-Man (2002)
Tras el exitazo de X-Men, Sony puso toda la carne en el asador lanzando su propia franquicia superheroica. El encargado de llevar la nave a buen puerto fue un inspirado Sam Raimi que, como hiciera Tim Burton con Batman, fue capaz de plantar al Hombre Araña en su personal universo fílmico. Al guion solo puede ponérsele una pega: gasta demasiado tiempo en presentar a los personajes. El reparto, muy discutido, acababa funcionando por la habilidad de Raimi para envolver a sus actores en una absorvente puesta en escena.
Spider-Man 2 (2004)
Nos quedamos con Spider-Man 2 como la mejor peli del Trepamuros y, por extensión, una de las más redondas cintas de superhéroes de siempre. Raimi lo bordó enfrentando a Peter contra el nuevo Duende Verde (James Franco) y el Doctor Octopus (enorme Alfred Molina), y de paso facturaba una de las secuencias más emocionantes del cine de acción moderno. Nos referimos, claro, a la secuencia del tren urbano. Todo carbura en un film que recrea la ilusión de estar viendo un cómic de Todd McFarlane.
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