Se suele decir que las secuelas, aunque superen en calidad al título original, van perdiendo su capacidad para impactar entre el público, pero ese no parece ser el caso de inFamous: Second Son. Una enorme expectación rodea al juego de Sucker Punch por varios motivos. El más evidente, porque se trata del primer lanzamiento gordo de Sony para su flamante consola en este 2014. Pero sobre todo porque hablamos de un sandbox, y este juego podría darnos una buena medida de la auténtica musculatura tecnología de la PS4. De momento, y a la espera de hincarle el diente al juego con entera libertad, hemos podido probar una nueva demo, centrada en cómo nuestras decisiones afectarán al curso del juego y las habilidades de su protagonista,Delsin Rowe.
Antes de hablar sobre la demo, hagamos un repaso a lo que sabemos hasta el momento de inFamous 2: Second 2. La historia arranca siete años después de los sucesos narrados en la anterior entrega. Tras el combate final entre Cole MacGrath y “La Bestia”, el gobierno de EE.UU. persigue sin descanso a los “conductores·”, tipos con poderes sobrehumanos capaces de canalizar distintas clases de energía. Y para ello ha creado a la DUP (Deparment of Unified Protection), un cuerpo paramilitar que sacude primero y pregunta después. Como los antidisturbios patrios, vaya.
En Second Son encarnaremos al sucesor de MacGrath al frente de la franquicia inFamous, el mencionado Delsin Rowe. Un graffitero con superpoderes con el que volveremos a poner de manifiesto nuestra auténtica naturaleza: héroe o villano. ¿Usarás tus poderes para imponer la justicia o sucumbirás ante el inmenso poder que acumulas entre las manos?
Dicha premisa, sobre la que ha girado siempre la saga inFamous, es lo que marca el inicio de la demo que pudimos probar hace unos días en las oficinas de Sony España. La acción arranca con Reggie, el hermano de Delsin (y polícia para más señas) agarrando por el pescuezo a Abigail “Fetch” Walker, una “conductora”. Apretando el botón L2 del Dual Shock 4, escogemos el camino “correcto”, para intentar redimir a Fetch y enseñarle a usar sus poderes con fines positivos. Por el contrario, con el botón R2 liberaremos a la moza con intenciones mucho más oscuras y destructivas, mostrándole el camino para convertirse en una asesina sin compasión (es lo que reza el texto del juego, en serio).
Servidor (que siempre ha sido un supervillano en potencia) eligió primero la opción “canalla”. ¿El resultado? Un rebote con Reggie y como recompensa, una misión en la que nuestro objetivo eran los activistas “anti-conductores” de LifeLine, pancarteros temerosos de Dios y de la gente con superpoderes. Con la ayuda de Fetch, nos dedicamos a “reventar” unas cuantas manifestaciones de la manera más violenta y pirotécnica posible. Para ello utilizamos los dos poderes que Delsin era capaz de desplegar en la demo (aunque confiamos en que la versión final se oferten unos cuantos más).
Humo y Neón. Fuego y electricidad. Para cambiar de un poder a otro basta con acercarse a una fuente de emisión correspondiente y presionar la superficie táctil del DuackShock 4. En el caso del primero, basta con hacer estallar un coche y absorber el humo que sale de sus calcinados restos. Si preferimos la electricidad, podremos sustraerla desde cualquier de los rótulos luminosos y los neones que adornan los comercios de Seattle.
Cada poder otorga a Delsin diferentes habilidades, tanto de ataque como a la hora de movernos por el escenario. Con el Neón trotaremos a toda pastilla, dejando atrás una preciosa estela (como las que dejaban las motos de Akira) y no necesitaremos trepar por los edificios, ya que podremos correr fachada arriba con la agilidad de una lagartija empapada de Red Bull.
El poder Humo no ofrece esa posibilidad, pero multiplica la capacidad destructiva de Delsin, con ataques demoledores tanto de cerca (usando la cadena como un látigo de fuego) como a larga distancia. El juego despliega además ataques cuerpo a cuerpo, con los que ejecutaremos las llamadas “acciones kármicas”. ¿En qué consiste esto? Pues en que podremos decidir si atontar a los soldados de la DUP y a los civiles que nos salgan al paso o bien ejecutarlos a sangre fría. Como ya sucedía con sus antecesores, en inFamous: Second Son cada una de estas acciones irán empujando la balanza hacia el Bien o el Mal. Tu elección determinará el devenir de la historia y las misiones que te saldrán al paso.
Mientras “reventábamos” las manifestaciones, descubrimos que entre las filas de la DUP hay mucho más que tipos con el gatillo flojo: algunos de ellos también son “conductores” y no dudaron en utilizar sus poderes, como la teletransportación y en el caso de los soldados acorazados (armados con ametralladoras pesadas), la capacidad para autorregenerarse, tras formar una barricada de rocas. Por suerte, mientras lo hacen, es posible pillarles por la espalda y meter el brazo en el único hueco desprotegido para hacerles reventar desde dentro.
Tras arrancar la demo de nuevo, se nos presentó la oportunidad de comprobar cómo cambian las cosas si optamos con la opción “heroica”. Tras pulsar L2 en la secuencia con Reggie, nos encaminamos con Fetch a una misión bastante más noble: destruir varios almacenes de drogas situadas en las turísticas casas flotantes de Seattle (si, las mismas en las que vivía Tom Hanks y su cansino retoño en la película Algo Para Recordar).
Aquí nuestra misión consistía en marcar con un graffiti las casas donde se guarda la droga, para que Fetch lo reventara todo a distancia con sus demoledores poderes. Tuvimos ocasión de comprobar cómo funcionan los ataques a larga distancia (mientras dábamos buena cuenta de un montón de narcos armados hasta los dientes) y la capacidad de Delsin para planear en el aire (al igual que hacía MacGrath en los anteriores inFamous) mientras seguíamos la pista de un camión sospechoso sin llamar la atención, saltando de azotea en azotea tras la estela dejada por Fetch.
Tanto en la opción canalla como en la heroíca, la demo acababa de forma similar: ejecutando uno de los superataques que Delsin desplegará en el juego final. Vimos dos de ellos: Descenso Orbital (en el que nuestro “héroe” salta en el aire para caer convertido en una auténtica bomba atómica con vaqueros) y Barrido Deslizante(menos pirotécnico pero igual de espectacular).
La demo de inFamous: Second Son no era demasiado larga, pero nos sirvió para comprobar hasta qué punto Sucker Punch ha recogido los mejores elementos de las entregas anteriores para integrarlas en un título mucho más ambicioso a nivel gráfico. Aunque no tuvimos ocasión de ver cómo luce Seattle a plena luz del día, la cuna del Grunge está recreada con bastante mimo. Las calles están abarrotadas de transeúntes que corren despavoridos ante nuestras demostraciones de poder y aún tuvimos tiempo de explorar la ciudad a nuestro antojo, dentro de unos límites. Esperamos que la versión final si nos deje recorrerarla de una punta a otra.
Trepamos por los fachadas, planeamos por el aire, nos dedicamos a reventar coches y peatones e incluso perdimos unos cuantos minutos intentando coronar la cima de la célebre Space Neddle. La mecánica de los combates es tan divertida y caótica como en las anteriores entregas, aunque seguimos echando en falta el elemento desmadre que atesoraban los añorados Prototype de la desaparecida Radical Entertainment.
Sucker Punch ha intentado exprimir al máximo las características del DualShock 4 con detalles simpáticos, como abrir puertas y cofres deslizando el dedo sobre la superficie táctil del mando, e incluso su luz cambia de color, dependiendo del estado de nuestro karma (azul, héroe / rojo, canalla).
Nos gustó mucho el modelado y la animación facial de los personajes, especialmente el de Fetch (que parece una chica normal, en lugar del típico “bimbo” que suele obsesionar a los grafístas), y sobre todo el doblaje en castellano, que logra dotar de simpatía a un personaje a primera vista tan repelente como Delsin (el pobre parece un moderno sacado de un anuncio de coches).
De momento, sólo hemos podido ver meros destellos de lo que será inFamous: Second Son, y aún no hemos logrado quitarnos de encima la sensación de que a los gráficos aún le faltan “un arreón” para estar a la altura de lo que se espera de PlayStation 4. Eso sí, las espectaculares explosiones y sus efectos de partículas nos dan esperanzas de ver algo realmente gordo el próximo 21 de marzo. Al menos en el apartado gráfico. Porque en cuanto a jugabilidad y diversión, los anteriores inFamous hicieron historia en PS3. Y no esperamos menos de esta nueva entrega.
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